Mi madre era costurera (saldrá más veces en este blog). Cuando yo era pequeña, casi toda la ropa me la hacía ella. Recuerdo un vestido de verano: era amarillo con pequeños lunares blancos, tres volantes, sin mangas, fresquito y comodísimo Sigue siendo mi vestido favorito de todos los tiempos.
Luego ella dejó de coser y yo dejé de interesarme por la costura muchísimos años, aunque siguieron gustándome la ropa y los vestidos bonitos y cómodos.
Y un día, hace cuatro años, compré una tela de rebajas y decidí hacerme una falda de capa (otra de mis prendas favoritas). Armada con un par de tutoriales de internet y bastante atrevimiento, corté y cosí una falda de capa de seda verde con flores blancas que aún me pongo.
Animada por este pequeño éxito, empecé a buscar, descubrí que el Burda todavía existía y que se había modernizado y que aún quedaban bastantes buenas tiendas de telas en mi ciudad.
Y desde entonces no he parado de coser. Y lo he disfrutado mucho, así que ahora espero compartirlo con alguien más.
Pero esto no va a ser solo postureo de "mira qué bien coso y qué cosas tan monísimas que hago". Más adelante me atreveré con algún tutorial (cuando me agencie una cámara medio decente) y, de momento, voy a empezar con unos mapas de las tiendas de telas de Sevilla capital (las que conozco) que os serán útiles a los que viváis por esta zona. Y también a los que vengáis de turismo, si sois tan frikis de las telas como yo.