jueves, 24 de septiembre de 2015

Vestido años 60 del Burda 1/2013

El otoño ya está en el aire (y en los escaparates), aunque todavía estemos a más de 30º por estas tierras. Como aún no me ha dado tiempo de coser nada otoñal, os voy a enseñar un modelito que hice a finales del año pasado para estrenar en Navidad y que me he puesto muchísimo. ¡Estoy deseando que llegue ya el frío para volverlo a lucir!
En el número de enero de 2013, Burda sacó una serie de patrones de los años 60 muy chulos. Yo me enamoré del número 104, un modelo de 1965. Es un vestidito arreglado, pero no "de boda" y al que se le nota mucho el aire sesentero. A mi me recuerda un poco a algunos de "Bimba y Lola", pero mejor, porque la ropa de esa tienda es muy mona en la percha, pero después queda rara (al menos a mí).
Desde que salió el vestido estuve esperando tener una tela adecuada y la encontré en Madrid, en las rebajas de Ribes y Casals: un crepe sintético de un color raro pero bonito, entre rosa palo y morado.
Confieso que también tardé tanto tiempo en lanzarme a hacerlo porque me parecía un poco ñoño y también muy difícil. Y tenía razón en ambas cosas: el vestido es noño, pero aún así me gusta mucho y creo que me queda muy bien Y sí, ha sido bastante difícil de hacer, sobre todo los detalles de adorno; bolsillos con tapeta,  trabilla de la cintura,  y, sobre todo,  la colocación del cuello. Para colmo, la falda va forrada. El original iba fruncido en el delantero, pero yo he preferido resolverlo con dos tablitas pequeñas, que me gustaban más. ¡Menos mal que la tela resultó ser un acierto total, muy agradecida de cortar y coser!
Sin duda, este vestido ha sido mi gran éxito invernal.Y espero que este año lo siga siendo.


¡Qué trabajito me costó colocar estas tapetas y esta trabilla, gensanta!

Pero valió la pena el trabajo, porque queda así de resultón

Este es el vestido original...
Y yo no soy tan rubia, pero llevo botines de oro puro
Y como estoy tan contenta con el resultado, lo comparto en RUMS, a ver si les gusta tanto como a mi.

Fotos: Lola Falantes

jueves, 3 de septiembre de 2015

Convirtiendo el fracaso en éxito: falda número 10 de Ottobre 5/2014

Me había enamorado de un modelo del Burda 6/2015, el número 118. Un vestido fresco, muy sencillo y largo por los tobillos, que me encanta para el verano.

Modelo 118. Burda 6/2015. Look sacopapas asegurado

Lo malo es que tiene mucho, muchísimo vuelo y para hacerlo se necesitan 3 metros de tela. No tenía ninguna en stock con tantos metros, así que había que esperar a conseguir una baratita. Y esa fue la oportunidad: una tela estilo denim, pero finita, de un material  parecido a la viscosa, azul con lunaritos muy pequeños en amarillo, que compré en las rebajas de Julián López (1,99 el metro, oiga, me la quitan de las manos). Para darle un poco  más de color, elegí para rematar las sisas y el escote una cinta al bies con un dibujo de cachemir lila que compré en Amsterdam hace unos años. De esas cosas que se compran sin saber muy bien cuando vas a usarlas y, mira tú por donde, de pronto te solucionan un remate.

En Amsterdam no solo se fuma, pillines, también hay mercerías.
 El patrón era muy fácil. Tiene una sola pieza que se corta cuatro veces, ya que la parte delantera es exactamente igual que la trasera. En los hombros lleva unos pliegues a modo de pinzas. Y menos mal que era fácil porque cuando cosí las cuatro piezas y me hice una primera prueba me quedé horrorizada: demasiada tela, demasiado vuelo, muy poca mujer. Por decirlo de forma suave; un saco de papas metido por la cabeza me hubiera resultado mucho más favorecedor. Os ahorro las fotos. Se mascaba la tragedia...

Y aquí me tienes, con un vestido cortado y casi 3 metros de tela desperdiciados. Por eso me gusta usar siempre telas baratas, ¡me pasa esto con una tela de 20 euros y me da un patatús! ¡Había que remediarlo, había que salvar algo del naufragio! ¿Intentar reducir y entallar? Imposible, el problema era de la hechura en sí, no de la talla. Me puse a mirar revistas como loca, buscando ideas y, de pronto, dí con la falda Suopursu (modelo nº 10) que me había gustado mucho en la revista Ottobre 5/2014. Como está hecha de 6 godets cortados en curva por abajo, me permitía aprovechar bastante bien la parte inferior de las piezas del vestido.

Patrón salvavidas
La parte superior a lo mejor intento reciclarla en blusita o quizás en un vestido más corto (ya os contaré). Y allá que me fui; corta que te corta y cose que te cose.
La falda original está pensada para hacerla en punto elástico, pero como esta tela no es ni lo uno ni lo otro, le he colocado cremallera por detrás. La misma cinta al bies que pensaba ponerle al vestido la he usado para la cinturilla.
Y como, decididamente, no era mi día y la cremallera me había quedado regular, ¡pues se le coloca un lacito para tapar la parte inferior!
De chapuza a monada

¡Me quedé sin vestido, pero tengo faldita!

Esto es una foto artística. La falda se ve poco, pero la luz queda preciosa

Los peligros de un día de viento y una falda de vuelo


Y, por supuesto, quiero compartir esta bonita experiencia de superación personal con las artistazas de RUMS.