jueves, 25 de mayo de 2017

El batik y yo. Capítulo 7: el vestido "Thai Print" para Mª Carmen

El vestido "African Print" de la revista Ottobre 2/2016 tiene todas las papeletas para convertirse en un exitazo: tiene una línea que sienta bien prácticamente a todo el mundo, es sencillo de hacer, pero a la vez tiene su poquito de complicación para hacerlo interesante. Y, claro está, se han visto muchos por las redes, pero como admite gran variedad de tipos de tela, estampados y otras pequeñas variantes, todos resultan bonitos y muy diferentes.
Mi versión la he rebautizado como "Thai Print" porque la tela que he usado es un batik de algodón precioso que me traje de Tailandia como regalito para mi hermana Mª Carmen. 
Ya conocéis mi absoluta pasión por este tipo de tela: es bonita, alegre y colorida, tiene estampados fabulosos, se corta y se cose casi sola y encima, a pesar de ser de algodón, apenas se arruga. Siempre que he hecho algo ha quedado bien. Y podéis verlo aquí, aquí, aquí y aquí. Y también aquí o aquí.
La sencillez  de este modelo viene porque tiene pocas piezas  y el corte es muy fácil.
¡Se corta solo, oiga!
Las complicaciones (pequeñas pero interesantes) vienen con la abertura trasera en forma de lágrima y las vistas de la parte superior. Confieso que he sudado tienta porque cosí todas las vistas y luego, claro, no podía darles la vuelta. Después de mucho coser y descoser, opté por dejar los hombros descosidos y coserlos después por fuera.
Aquí es donde empezó a liarse la cosa
Al final ha quedado bien, pero me hubiera gustado hacerlo más limpiamente. Y me ha dado una rabia inmensa porque luego he visto que el año pasado se organizó un CC y lo explicaban todo estupendamente. Pero ya he aprendido: va ser la última vez que me lance a coser sin mirar en los internetes.
Y, sin más, aquí está la dueña aprovechando que hace un calor de muerte para estrenar su vestido, que, no es porque lo haya hecho yo y ella sea mi hermana, pero le queda estupendamente.

De lejos

De cerca



De frente.
¡Viva el batik! Y me voy al Blog de fans de Ottobre Design para ver otras versiones, que seguro que son preciosas también

jueves, 18 de mayo de 2017

Los vestidos de niña más cómodos del Universo

Tela e hilo elástico, no hace falta más

Lo primero, como siempre, es tomar las medidas. Para una niña basta con medir el contorno del pecho, el largo desde el escote hasta el dobladillo y el largo de las tirantas (la distancia desde donde queremos que llegue el escote hasta el hombro). Normalmente en una niña no habrá mucha diferencia de medida entre pecho, cintura y cadera, así que con esto nos bastará.
Una vez hecho esto, cortaremos dos rectángulos que tengan el largo que hemos medido para el vestido y de ancho la medida del pecho entera. Después tendremos que fruncirlas a la mitad y esto nos dará el vuelo necesario para la falda. Hay que dejar unos 4 cm por abajo para el dobladillo y otros tantos por arriba para la cabecilla, que le dará gracia al asunto. Los laterales llevan un margen de costura de un centímetro.
Una vez cortados los rectángulos, recortaremos un cuarto de círculo en cada lateral superior para formar la sisa. También puede hacerse sin sisa pero no será tan cómodo. En este punto remallaremos o sobrehilaremos todos los bordes. Seguidamente haremos el dobladillo superior que formará la cabecilla del fruncido.
Y ahora toca fruncir. Empezamos por señalar: El hilo elástico para fruncir irá en la canilla, así que las señales tenemos que hacerlas por el derecho de la tela. Y por eso tendremos cuidado especial en usar un señalador que se quite con facilidad. A mi me gustan mucho los rotuladores que se van con el calor de la plancha, pero no valen para todos los tejidos, así que habrá que probar antes en un retal. Yo las he marcado a un centímetro, pero puede ser un poco más o un poco menos.

Paralelas y para listas (perdón, no he podido resistirlo)
Marcaremos todas las filas que queramos fruncir, desde el borde de la cabecilla hasta que queramos.  Yo creo que como mejor queda es hasta más o menos debajo del pecho, pero si os enviciais y queréis seguir hasta la cintura, pues adelante.
Y ahora, por fin, vamos a empezar a fruncir. El hilo elástico lo colocamos en la canilla. La canilla hay que rellenarla a mano y además habrá que reducir la tensión del hilo inferior. ¿Que cómo se hace eso? Hay que colocar la bobina en el portabobinas. Como el hilo elástico es más gordito pasará con alguna dificultad. Normalmente el portabobinas tendrá un tornillo en algún sitio y habrá que ir aflojándolo y probando, hasta que veamos que el hilo pasa bien (tampoco demasiado flojo). ¡Ahora ya sabéis para qué sirve el destornillador que venía con la máquina de coser!

Tornillo y destornillador, una pareja perfecta

La tensión del hilo superior superior es la habitual, pero poned el mayor largo de puntada posible.
Antes de empezar, varias advertencias:
  • Si eres de las que se traumatiza cada vez que se le acaba la canilla en mitad de una costura respira hondo: se te va a acabar MUCHAS veces. Recordad que la canilla se llena a mano y que el hilo elástico es mucho más gordo que el normal, así que... tranquilidad...ommmmmmmmmmm...

Repite conmigo: ¡Se acaba la canilla y no pasa nada!

  • No cierres las costuras con puntadas al revés, déjalas sueltas y con bastante cabo sobrante de los dos hilos. Luego te explico por qué.
  • Cuando lleves varias costuras, la tela se empezará a fruncir (claro, para eso estamos haciendo esto, ¿no?). Debes ir estirándola, pero suavemente.
  • Igualmente, cuando lleves varias costuras, como la tela se va encogiendo por el elástico, te dará la impresión de que la costura se te va torciendo. Mantente firme y no te dejes engañar, que para eso te has tomado el trabajo de hacer las señales. Síguelas al dedillo y verás que el resultado es tan recto como...no sé, como algo muy recto, una regla, un carretera de la Meseta, una flecha, la disciplina de la señorita Rottenmeier, la masculinidad de Pérez Reverte...
Aquí ya se empieza a fruncir

Y aquí ya fruncido, por el revés

Y por el derecho. Las marcas se quitan con un golpecito de plancha

Una vez has acabado, mide a ver si la medida de cada pieza una vez fruncida equivale a la mitad de la medida del pecho. Lo más probable es que sea mayor, ya que el hilo elástico es flojito y no frunce mucho. En ese caso, tendrás que fruncir un poco tú tirando y anudando los extremos. Ya te dije que no remataras las costuras con puntadas del revés. Pues ya sabes  el porqué. No te preocupes mucho por los nudos y los hilos sobrantes, porque cuando cosas las piezas quedarán sólidamente rematados y podrás cortarlos tan ricamente.
Y ahora te queda solo hacer cuatro tiras de la misma tela con la medida que tomaste al principio de escote a hombro más lo que quieras dejar para un lazo o nudo. Esto permitirá ir alargando el escote y el vestido conforme su dueña crezca. Si quieres trabajar aún menos o no tienes más tela, una cinta comprada te hará el avío. Cuando tengas las tiras preparadas, las coses al vestido, claro, para que las vas a querer si no.

Lacitos a gogó

Solo te queda hacer el dobladillo y listo. Si te encuentras inspirada y te has quedado con ganas de fruncir, puedes añadir un volantito en el bajo.

Rosa primaveral


Azul y amarillo, colores playeros
Para las niñas son fresquitos, no aprietan y pueden correr y saltar. Para las madres, se lavan bien, no hay que plancharlos y, como estiran, pueden servir varias temporadas, incluso pasan de vestido a blusita.

jueves, 4 de mayo de 2017

Falda de tul "Princesa friki"

Aunque siempre me ha encantado cantar y bailar, de pequeña no quería ser bailarina, pero eso no tiene nada que ver con que me encante el tul.
Hace ya algunos años, compré dos cortes de 1,5 m de tul plisado de un color tostado muy bonito. Más que nada porque estaban muy baratos y se me antojaron. Y, mira tú por donde, en cuanto vi que se llevaban las faldas de tul, me acordé de esta tela.
De momento, la proyecté  para una boda en la playa a finales de abril, pero espero combinarla de forma más sencilla, con camisetas y demás para usarla lo más posible
Nunca había cosido una tela tan fina, así que tuve que comprar una aguja finita de 70. Vi varios trucos en internet e hice algunas pruebas cosiendo sobre una cinta fina y sobre un papel de seda. Al final vi que funcionaba mejor con la tela tal cual, pero cosiendo despacito y con cuidado para que la tela corra bien, con puntada larga y la tensión del hilo superior un poco más alta de la que uso normalmente (la subí de 5 a 6).
Más que difícil de coser, la tela es difícil de manejar. Es complicado igualarla para cortar y luego coser las distintas capas y, al ser calada, los alfileres no se sostienen, así que tuve que sujetarla con alfileres, pero de tender la ropa.

Ese día no pude poner la lavadora: todos los alfileres están aquí
La confección no tiene mayor secreto. Sin patrón, he cortado cada uno de los cortes de tul por la mitad y he superpuesto las cuatro capas. La falda lleva una sola costura, una abertura trasera y cinturilla.
Para coser las capas juntas y fruncirlas a la vez he usado un truco que vi por internet y que ya comenté hace tiempo (podéis verlo aquí). Resumiendo, se trata de pasar un zig zag ancho y un poco flojo por encima de un hilo dental encerado, con cuidado de no pillarlo. Como el hilo dental es muy resistente, permite hacer fruncidos largos y muy regulares sin peligro de rotura.
No hace falta chuperretearlo antes, ya viene encerado y se desliza bien

Y después de gastar varios metros de hilo dental, queda así de cuca
Y ahora vino la gran duda: ¿qué le pongo por debajo y en la cinturilla? La primera parte quedó resuelta rápidamente: con cuatro capas de tul, no se veía nada de lo que se pusiera por debajo. Probé incluso con telas de colores intensos (azul pavo, verde bandera de Andalucía) y como si nada, pero sí se transparentaban las piernas, así que la solución será ponerme una combinación ligera y santas pascuas. Eso deja el problema de la cinturilla y ahí las dudas son tremendas: qué material, qué color, qué sistema de cierre...
Tras muchas vueltas, el sistema de cierre quedó simplemente en una abertura trasera y un botón. Me parecía mucha complicación poner cremallera en una tela tan fina y entre tanto tul, la abertura no se iba a ver.
El material para la cinturilla también resultó fácil al final. Como me he propuesto no comprar nada y aprovechar cosas que ya tengo (y que a veces olvido), me puse a rebuscar en los retales y encontré una especie de satén, con el derecho brillante y el revés con una textura parecida al crepè que me había sobrado de un vestido antiguo. Tiene un color rosa - morado muy bonito. Al final la he usado por el revés no-brillante y hay tela suficiente para hacer la cinturilla y para tunear una camiseta a juego con la falda.
Así queda la cinturilla. El color es bonito ¿verdad?

La abertura rematada con la misma tela
Cinturilla colocada
Para culminar, un botón con diamantes auténticos, que una no se merece menos.
Veinte kilates por lo menos
El top a conjunto es una camiseta negra básica de manga tres cuartos a la que he añadido volantes en las mangas y un adorno en el hombro, todo de la misma tela de la cinturilla, pero esta vez jugando con el contraste entre el lado brillante y el mate. Los remates los he hecho con el método para hacer dobladillos con zig zag que expliqué en una entrada anterior.
Mira qué fácil es tunear una manga

Esto es una especie de escarapela rara
La Victoria de Samotracia en un aparcamiento

¡Y el bolso también a juego!
Es pequeño, pero cabe todo lo necesario para sobrevivir a The Bodorrio Experience
En la Playa de las Catedrales. No fui a la pelu, pero hubiera dado igual.
Como veis, marco incomparable, boda bonita y feliz y un atuendo cómodo y elegante, que no se arruga y te permite bailar hasta que el cuerpo aguante.
Ahora que caigo, hace mucho que no me paso por RUMS. Vamos a ver que se cuece por allí...